Las inspecciones de arrendamiento son un proceso esperado cuando se renta una vivienda. Pero, ¿están los propietarios autorizados a fotografiar el contenido de la vivienda, y si es así, qué?
Es habitual que los agentes inmobiliarios tomen fotos de una vivienda de renta durante una inspección rutinaria al finalizar el contrato. Hay dos razones fundamentales para ello:
- Es una prueba fotográfica para el propietario
Las fotos tomadas durante una inspección pueden formar parte del informe sobre el estado de la propiedad, y suelen utilizarse para mostrar al propietario el estado del inmueble. También pueden utilizarse para dejar constancia de la necesidad de reparaciones y mantenimiento, o bien para pedir presupuestos.
- Para anunciar la propiedad a posibles compradores
Las circunstancias en las que se pueden tomar fotografías para la comercialización pueden estar contempladas en su contrato de arrendamiento.
En ocasiones podrían solicitarte tomar fotos para la promoción de venta del inmueble. Aunque la mayoría de los agentes tomarán fotos de cada habitación, tendrán cuidado de no incluir sus posesiones.
Como hemos dicho en artículos anteriores, el objetivo de la inspección al final del contrato sirve para informar al propietario de cualquier problema que pueda necesitar más atención, como alfombras desgastadas o persianas deterioradas, y determinar si los daños serán pagados por el mismo propietario o tendría que pagar el inquilino.
Asegúrate de que cualquier comunicación que tengas con el propietario o administrador de la propiedad sobre tu renta se haga (o se siga) por escrito. De este modo, tendrás constancia de sus intentos de seguimiento del asunto.